República Checa - Pilsen, Praga y Cesky Krumlov


Atravesando la ruta Bohemia para visitar Praga

Objetivo Praga: Este viaje de 5 días tenía como punto fijo Praga, siempre habiamos querido viajar a esta ciudad mundialmente famosa y la posibilidad de recorrer sus alrededores y otras zonas del país en coche hizo el resto.

Como siempre, partimos de Múnich a primera Hora de la mañana con nuestro coche e hicimos una parada a las 3 horas en la ciudad de Pilsen, que bien merece una visita, de un par de horas es suficiente, luego pasamos un dos días y medio en Praga, para terminar el último día en una ciudad de cuento, Cesky Krumlov.


Día 1 München-Pilsen-Praha (300km+92km)
             Día 2/3/4Praha

              Día 4 Praha- Cesky Krumlov (173km)

Día 5 Cesky Krumlov-München (308km)

Total: 873km
Pilsen

Llegamos tras 4 horas en coche desde München, la ida decidimos hacerla atravesando los bosques de Bohemia, una ruta preciosa que merece la pena recorrer si se tiene la oportunidad. 
Aparcamos el coche en la calle y nos dispusimos a recorrer el centro de la ciudad, lo más destacable es la Plaza de la República, en la que se encuentran la Catedral de San Bartolomé, de la que destaca su torre de más de 100 metros de alto, y el Ayuntamiento, un bonito edificio renacentista del siglo XVI.
Aunque paseando por Pilsen encontré muchos otros edificios muy bonitos, el que mayor importancia tiene probablemente sea la Gran Sinagoga. Es la segunda más grande de Europa y la tercera del mundo, de ahí su relevancia, y, aunque en el pasado fue símbolo de la riqueza de la gran comunidad judía que vivía en la ciudad, hoy día suele ser escenario de conciertos y exposiciones.

Tourist Information: náměstí Republiky 41, Plzeň, República Checa


 1. St. Bartholomew's cathedral
2. City hall
3. Pilsen historical underground
5. Brewery Museum
6. The Great synagogue
7. The Old synagogue
8. West bohemian museum
9. Pilsen Ethnographic Museum
10. West Bohemian Gallery
11. PIlsen Municipal Gallery
12. Patton Memorial Pilsen
16. Puppet Museum
17. The Municipal Garden circle

Praga



Tras haber comido en Pilsen, nos montamos en el coche y una Hora estabamos en la capital de la República Checa, hicimos el check-in en el Hotel, aparcamos el coche y nos dispusimos a recorrer la ciudad por la tarde para tener una primera idea de lo que visitariamos en detalle los próximos días.

El Hotel en el que nos alojamos estaba muy bien, no era céntrico, pero la calidad-precio, el parking y un buen desayuno hizó que estuvieramos muy agusto hospedados en este Hotel.
Hotel GEO (Perunova 16,Prague 03,Prague 3, 13000, República Checa)
Oficinas de turismo en Praga
Centro de información de la Estación principal de Ferrocarril
Calle: Wilsonova 8
Municipio: Praga
Centro de información Municipal de la Ciudad Vieja
Calle: Staromestské námestí 1
Municipio: Praga
Centro de información Rytirska
Calle: Rytírská 31
Municipio: Praga
Centro de información Torre del Puente de la Ciudad Pequeña

Municipio: Praga
Centro de información turística del Aeropuerto de Praga
Calle: Príletová hala, Terminál 2, Tranzitní prostor
Municipio: Praga
Departamento de turismo Praga
Calle: Pražský hrad
Municipio: Praga 1

Moverse por Praga:

Praga es una ciudad grande pero cómoda para caminar, nosotros la recorrimos a pie el 90% del tiempo, sólo cuando ya estabamos muy cansados al final del día comprabamos un ticket de Metro para volver al Hotel.

Billete sencillo

El billete sencillo tiene una duración de 90 minutos desde su validación, permitiendo utilizar cualquier medio de transporte durante ese tiempo. El precio del billete sencillo es de 32 coronas y es el billete más habitual.

Ticket limitado

Este billete permite el uso de los tranvías y autobuses durante 20 minutos sin posibilidad de trasbordo. En el metro la validez son 30 minutos y permite recorrer 5 estaciones.

El precio del billete limitado es de 24 coronas y es una buena forma de ahorrar en ciertos trayectos.

Billete de equipaje

Si viajáis con equipaje deberéis comprar un ticket adicional de 16 coronas por cada maleta que llevéis. Las mochilas o bolsos de mano no se consideran equipaje.

Abono diario

Por 110 coronas podréis comprar este abono para utilizar de forma ilimitada el transporte público durante 24 horas. Si estáis alojados fuera del centro histórico es una opción a tener en cuenta.

Abonos de tres días

La ventaja sobre el anterior es que con estos abonos, un niño, de entre 6 y 15 años, podrá viajar gratis durante la validez del billete. Puede ser rentable para familias que viajen con niños.
Los precios de estos abonos son de 310 coronas y son válidos durante 72 Horas






Que visitar

Primer día

La mañana del primer día la aprovecharemos para visitar por completo el Castillo de Praga. Para llegar hasta el castillo lo más cómodo es tomar los tranvías 22 o 91 y bajarse en la estación Pražský hrad. Si estáis cerca de Malá Strana, también podéis subir caminando por la escalera Zámecké schody.

Para visitar el castillo la mejor opción es comprar la entrada completa e ir visitando todos los puntos incluidos. No os podéis perder el Callejón del Oro, una de las calles más bonitas de Praga y donde residió Franz Kafka entre 1916 y 1917.

Después de visitar el castillo y la Catedral de San Vito, ubicada en su interior, abandonaremos el recinto por la Puerta de Matías, la entrada principal, situada al oeste del castillo. Bajaremos hasta la plaza de Malá Strana bordeando la fortaleza por la escalera Zámecké schody.

Una vez en la plaza no podéis iros sin adentraros en la Iglesia de San Nicolás y, si no estáis demasiado cansados, subir a su torre, desde donde se obtienen unas vistas excelentes de la zona.

Si tenéis tiempo podéis dar un pequeño paseo por las calles Nerudova, Janský vršek y Tržište, las más interesantes de la zona.

Si no habéis hecho el itinerario muy rápido, probablemente ya sea la hora de comer. Podéis tomar algo en alguno de los restaurantes tradicionales de la zona.
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Por la tarde

Plaza de WenceslaoLa tarde la dedicaremos a visitar Staré Město, la Ciudad Vieja de Praga.

Tomando la calle Mostecká desde Malá Strana llegaremos al Puente de Carlos, el más bonito de Praga y uno de los más famosos del mundo. Una vez en la otra orilla, tomad la calle Karlova para llegar a la Plaza de la Ciudad Vieja. Si tenéis dudas, seguid el flujo de turistas.
Una vez en la plaza debéis recordar que cada hora en punto el reloj del Ayuntamiento muestra todo su repertorio.

Para contemplar toda la grandeza de la plaza podéis subir a la torre del Ayuntamiento. A diferencia de otras torres, ésta cuenta con ascensor, por lo que no se hace nada cansado.
Tomando la calle Celetná llegaréis a la Torre de la Pólvora, la más famosa de la ciudad. Data del siglo XI y era una de las 13 entradas que tenía la Ciudad Vieja. La subida es emocionante, si os animáis no os arrepentiréis.
Al otro lado de la Torre de la Pólvora se encuentra la Casa Municipal, uno de los edificios de estilo art nouveau más imponentes de Praga. En su interior hay diversas salas de exposiciones y un auditorio.
Regresando por el mismo camino y tras cruzar la torre deberéis tomar la calle a mano derecha, Uprasné Brány. Continuad por Jakubská y Stupartská hasta llegar de nuevo a la Plaza de la Ciudad Vieja. Estas calles son algunas de las más bonitas de la zona antigua.
Saliendo de la plaza por cualquiera de las calles que salen enfrente del reloj del Ayuntamiento y siguiendo rectos por las calles comerciales apareceréis en la Plaza de Wenceslao, el lugar donde se inició la caída del comunismo. Al final de la plaza se encuentra el Museo Nacional y, un poco a mano izquierda, la Ópera Estatal.
Para finalizar bien el día os recomendamos asistir a un espectáculo de teatro negro, uno de los espectáculos más típicos de Praga. La obra más conocida y la que mejores opiniones tiene es Aspects of Alice. Podéis comprar las entradas aquí. El teatro se encuentra en la Calle Karlova, a escasos metros del Puente de Carlos.
Después de la función podéis bajar por la orilla del río hasta llegar al Teatro Nacional, junto al Puente de la Legión (Legii Most). En la calle Narodni encontraréis restaurantes más tradicionales y no tan turísticos como los de la Ciudad Vieja. Siguiendo por Narodni llegaréis hasta la Plaza de Wenceslao.
Segundo día
El segundo día visitaremos Josefov, el Barrio Judío de Praga. Si no queréis caminar, la estación de metro y tranvía más cercana es Staroměstská.
Las principales atracciones del barrio judío son el cementerio y las seis sinagogas. El Cementerio Judío, la Sinagoga Pinkas y la Sinagoga Española están en la calle Široká, mientras que las sinagogas Maisel, Klausen, Alta y Vieja-Nueva se encuentran en la calle Maiselova.
El orden de la visita es indiferente. La sinagoga más cercana al metro es la Pinkas y se encuentra en el Cementerio Judío. Dado que la entrada a las seis sinagogas es conjunta, si en la Sinagoga Pinkas hay cola, podéis visitar el resto antes y volver a ésta cuando ya tengáis la entrada, os ahorraréis la espera.
Después de visitar el Barrio Judío podéis aprovechar para conocer la ciudad desde el río Moldava. Subiendo por la calle Pařížská llegaréis al Puente Cechuv en menos de 5 minutos. Los paseos en barco de 1 hora son muy económicos. Lo podéis reservar online aquí.
Al terminar el paseo y dependiendo del tiempo que tengáis, podéis optar por comer en la Ciudad Vieja o subir al Monte Petřín, uno de los lugares preferidos por los locales para pasar el fin de semana.
Dónde comer en Praga
La gastronomía checa se basa principalmente en la carne de cerdo y, en menor medida, en la de pollo y ternera. También se elaboran recetas con la carne de otros animales, aunque la República Checa no es el mejor destino para los aficionados al pescado.
El plato más típico de Praga es el goulash en sus múltiples variantes. La base es un estofado de carne con vegetales.
 Platos típicos de Praga
Estos son algunos de los platos típicos que se pueden encontrar en los restaurantes:
  • Goulash de carne con dumplingsKulajda: Sopa cremosa preparada a base de puré de patatas, setas y leche agria.
  • Bramborak: Tortilla frita de masa de patata.
  • Knedlíky: Bolas de harina hechas a base de patatas o pan rallado.
  • Chlebicky: Pequeños canapés de diferentes ingredientes.
  • Utopenec: Salchichas maceradas con pimiento y cebolla frita.
  • Bramborák: Tortillas fritas hechas a base de patatas, huevos, harina, cebolla y otros ingredientes.
  • Šopský salát: Ensalada de tomate, pepino, cebolla, pimiento y queso blanco.
  • Tlačenka: Cabeza de jabalí con cebolla y pan.
  • Pražská šunka: Jamón de Praga.
  • Chocroute: Col fermentada.
  • Kolache: Pastel relleno de compota de frutas.
  • Vánočka: Pan tradicional similar al brioche que se prepara en Navidad.
  • Goulash: Plato especiado preparado a base de carne vacuna, cebollas, pimiento y pimentón.
  • Slivovice: Bebida alcohólica de zumo de ciruela.
  • Palačinky: Crepe que se rellena de helado, fruta asada o mermelada.
  • Trdelník: Mi preferido,(denominado también como Skalický trdelník) es un pastel tradicioal de la cocina eslovaca (en la frontera de Eslovaquia-Moravia). Se trata de una masa de harina enrollada en un pincho de madera (cuyo nombre es trdlo) y que asa (Rotisserie) al fuego de unas brasas la masa mientras que rota sobre si mismo. La forma final es el de una masa cocida al fuego de forma cilíndrica y hueco en su interior, con ligero sabor ahumado así como aromatizado con canela. Es muy tradicional en los mercados callejeros (en Praga), y se suele servir como alimento en la calle.


La cerveza en Praga

Los aficionados a la cerveza que tengan pensado viajar a Praga están de enhorabuena ya que, en casi cualquier bar o restaurante, una cerveza de medio litro cuesta entre 25 y 40 coronas (poco más de 1€). Además hay que añadir que la calidad de la cerveza es excelente.

La cerveza comercial más conocida es la Pilsner Urquell pero, una de las cosas que hacen especial a Praga, es que muchos locales fabrican su propia cerveza, por lo que la variedad está asegurada.

Comer en la calle

Comer en la calle en Praga es muy barato, lo más típico son las salchichas de todo tipo, aunque también es posible encontrar hamburguesas y otros tipos de comida rápida.

Los precios van desde 10 hasta 50CZK, con lo que por aproximadamente un euro podréis matar el hambre con un sabroso perrito caliente.

Comprar

Cristal de Bohemia

Como su nombre indica, el Cristal de Bohemia es originario de la región de Bohemia y más concretamente de la República Checa y Polonia.

El Cristal de Bohemia comenzó a fabricarse en el siglo XIII pero no empezó a ser apreciado hasta finales del XVI. Actualmente pueden encontrarse tiendas de cristal en casi cualquier calle de Praga, siendo uno de los souvenirs típicos del país.

Matrioskas

Aunque de origen ruso, las matrioskas están muy ligadas a Praga y también se han convertido en un recuerdo típico de la ciudad.

Las matrioskas son muñequitas cuya originalidad reside en estar vacías por dentro y poder meterse unas dentro de otras

Cesky Krumlov



Como siempre os indico, os informo de donde se situa la oficina de turismo para haceros con un mapa y conocer si hay algún evento especial.


Infocentrum Český Krumlov


Nám. Svornosti 2


381 01 Český Krumlov






Bordeando una de las ciudades más importantes de la República Checa, Ceske Budejovice, y tras 2:30h de viaje y 175 km recorridos llegamos por fin a Cesky Krumlov, una ciudad que nos sorprendió.


Dejamos el coche en el "parking" del hotel, y nos dispusimos a pasear por las calles de Cesky Krumlov.


Continuando por esa calle se llega a la plaza principal de la población con unas casas preciosas de diferentes colores, una gran columna en uno de sus extremos y numerosas posadas, hostales y restaurantes. En uno de esos restaurantes nos dispusimos a comer. Fueron unos platos típicos checos de impronunciable nombre (se que era a base de pollo) y unos postres muy ricos. La anécdota del día fue al pedir una manzanilla ya que la camarera desconocía cómo se decía en inglés y nosotros cómo se decía en checo. Tuvimos que conectarnos a internet con el móvil, buscar un diccionario y enseñarle a la camarera como se escribía en checo porque pronunciarlo también debía ser bastante difícil.



Tras la comida visitamos la iglesia que hay al lado de la plaza a la que se accede subiendo unas escaleras. Tenía un interior bastante bonito y la recomendamos. Tras salir volvimos nuevamente hacia el parking por las preciosas calles medievales de la ciudad con la sonrisa en la boca por haber visitado un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido.


Olvídate de lo que te cuenten de Český Krumlov porque nunca hará justicia a lo que veas por tus propios ojos. No existen halagos, prosa o poesía capaz de expresar la realidad de la ciudad más bonita de República Checa, con perdón a Praga, Olomouc y las demás. Pero es que el entramado de callejuelas medievales con vestidos renacentistas y caretas barrocas lograrán engatusarte mucho más de lo que puedan lograr las palabras o las imágenes con que se adjetive de una forma u otra a la joya de Bohemia del Sur. Un río que pasa por la ciudad tres veces, un castillo inmenso y numerosos rincones que esconden el encanto de los libros de fantasía de toda la vida soplan todos juntos sobre los ojos de esos viajeros que no se emocionan con cualquier cosa y aquí no pueden evitar suspirar de incredulidad. Así es Český Krumlov, un viaje en el tiempo que resultaba estar esperándonos toda la vida.

Como el buen cristal de Bohemia, esta ciudad de cuento merece todo el mimo posible para disfrutarla al trasluz. Para que no perdamos comba a nuestra primera mirada a la ciudad os propongo 10 cosas que ver y hacer en Český Krumlov, la razón más contundente de por qué República Checa es mucho más que Praga.

Un poco de historia de Český Krumlov

 

El Siglo XIII vio nacer un castillo protegido por la triple curva con la que el río Moldava ejerce de fortaleza natural. Los Rosenberg, familia noble sin la cual se comprendería la historia checa durante la Edad Media, elevaron su estandarte en este emplazamiento de la Bohemia meridional. Fue entonces cuando extramuros creció una ciudad a orillas del río más longevo de Chequia abrazada a una situación estratégica privilegiada y a una corte numerosa que requería de la presencia de distintos gremios para salir adelante.


Aparece de esa forma la ciudad baja, y la plaza principal, las casitas de cuento a orillas del Moldava y las vistas prodigiosas desde lo alto de las colinas circundantes. Más tarde, en el Siglo XVII vinieron para quedarse los Schwarzenberg, alemanes que le dieron toques renacentistas y góticos al medievo de sus predecesores. Por unos y por otros había nacido una Leyenda, la joya checa más bella que se pudiera imaginar. Y, aunque los tiempos del comunismo ennegrecieron los colores pastel de las casas y la ciudad peligró por un alarmante abandono que podía haberle convertido en antiestético hormigón armado, los noventa le sentaron tan bien que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1992) y, por tanto, de todos los que deseaban conservar para siempre su legado.


Mis consejos para ver y hacer en la ciudad bohemia de Český Krumlov

 


Entra al castillo y haz la visita completa


Sólo le supera el de Praga en tamaño pero el de Český Krumlov es un castillo, no un barrio como el capitalino. Se pueden visitar las dependencias de los Rosenberg y los Schwarzenberg, maravillarse con la decoración renacentista y barroca pero con el gótico también presente, ver una interesantísima exposición de objetos históricos o lo mejor, subir a lo más alto de la torre cilíndrica desde la que tener una preciosa vista 360º con lo mejor de Český Krumlov.


Yo tuve la ocasión de estar fuera de la temporada alta (mayo a octubre incluidos), por lo que no pude hacer todas las visitas que hubiese querido. Lamentablemente en invierno se cierran muchísimas dependencias pero sí se puede subir a la torre o salir a buscar más panorámicas desde uno de los puentes que unen los distintos edificios del castillo, que son unos cuarenta.


Imprescindible, aunque no lo pude hacer, ir a ver uno de los únicos teatros barrocos que sobreviven en el mundo. Al parecer tiene una colección fabulosa de escenarios que se quitan y ponen en cuestión de segundos. Y que no se ha tocado absolutamente nada. Igualmente se abre de mayo a octubre.


Es el auténtico rey de Český Krumlov y está presente en todas las miradas que uno puede hacerle desde cualquier punto de la ciudad. No hay que olvidar que la joya de Bohemia del Sur nació con él.

Pasea por la Plaza del Ayuntamiento

En el meandro más enrevesado del Moldava sobresale una ciudad y una plaza que tiene río de frente y detrás. La Plaza del Ayuntamiento (Svornosti nám.) es muy pequeña pero no puede ser más elegante y acogedora. Edificios renacentistas con fachadas pintadas por distintos colores dan pábulo a una columna barroca dedicada a la Virgen y con la que agradecen el fin de una peste mortífera que acabó con miles de habitantes de Bohemia.

Un edificio blanco y grande de soportales es el viejo Ayuntamiento (Radnice). Allí podemos fijarnos en el escudo-emblema de la familia Schwarzenberg, con una cabeza y un cuervo junto a los ojos. Esta macabra imagen que se ve en muchos rincones de Bohemia hace referencia a la Batalla de Győr contra los otomanos dentro de la actual Hungría en la que el líder turco fue derrotado y decapitado por un antecesor de esta familia alemana, apareciendo de la nada un cuervo que le comió los ojos.

Durante todo el año este lugar es fabuloso pero en Navidad se vuelve mucho más agradable y bucólica con el encendido de luces, un oso de hielo que permanece hasta el final de las Fiestas y la humareda envolviendo los puestecillos de madera que se colocan en la plaza y que venden adornos, comidas y ese vino caliente tan típico del invierno.

Si se tiene la suerte de coincidir en la Fiesta de los cinco pétalos que a nadie le extrañe ver a todo el mundo disfrazado de la época del Renacimiento, con las costumbres de la ciudad en tiempos de los últimos Rosenberg. Suele ser en junio y es una de las máquinas del tiempo en forma de fiesta más originales y divertidas que existen en República Checa.

Detente en el puente de madera
 
Un puente de madera (Lazebnicky Most) separa la ciudad vieja de la colina en la que se alza el castillo. De la Plaza del Ayuntamiento a la Calle Latrán hay un nudo de comunicaciones rudimentario que supera las aguas veloces del Moldava. Allí la vista del castillo y de las casas de las orillas es preciosa.

Escucha alguna historia de terror

Sin salirnos del puente de madera nos fijamos en que hay un edificio con el símbolo de las barberías. Cuenta la historia (que no la Leyenda) que uno de los vástagos díscolos del Emperador Rodolfo II de Austria, Julio César, más conocido como Don Julius, tenía problemas mentales severos (parece que esquizofrenia) y se le acusaba de violador e incluso de atacar a mordiscos a sus criados. Su padre, harto del comportamiento de su hijo, forzó su destierro en el castillo de Český Krumlov, donde volvía cada noche a hacer de las suyas. Se enamoró de Markéta Pichlerová, la preciosa hija del barbero de la ciudad, quien se entregó “obligada” al perturbado de Don Julius. Una noche le asestó varias puñaladas y la tiró por la ventana, pero cayó sobre una zona en la que había basura y milagrosamente sobrevivió. Pero la mala fortuna hizo que volviera tiempo después a por la hija del barbero, ya recuperada de sus heridas, y la masacrara de una forma sádica que viene perfectamente documentada en papeles de la época y que dicen lo siguiente “Don Julius le cortó las orejas y le quitó un ojo, le hizo saltar los dientes con la mandíbula, y le fraccionó el cráneo hasta que el cerebro se derramara sobre el lecho …”

Su condición de vástago real impidió su condena a muerte y fue finalmente encerrado bajo llave en el castillo, impidiéndole salir nunca más de una habitación cuya ventana enrejada daba a la calle, a la que se asomaba desnudo, se hacía heridas a sí mismo e insultaba a la gente. La enfermedad, aunque hay quien dice que el veneno, terminó con él. Pero no los gritos que dicen aún se escuchan en el castillo o la imagen de una doncella que en ocasiones se ve al trasluz de la antigua barbería.


Ya se sabe que todo castillo tiene su historia de fantasmas. Y el de Český Krumlov no iba a ser menos

 Date un festín bohemio en una auténtica taberna medieval

 Realmente Český Krumlov tiene bares y restaurantes para dar y tomar. Por ejemplo en la plaza hay un restaurante dentro de lo que se conocen como catacumbas, que en realidad no fueron nunca ni lugares de enterramiento ni prisiones pero su parecido le llevo a que les llamaran así. Es en Náměstí Svornosti 12, dentro del Old Inn (Restaurant Catacombs), y hay que bajar escaleras para llegar a estas grutas que se utilizan desde el Siglo XIII.
 
Pero mi restaurante preferido en todo Český Krumlov es la Casa de las dos Marías (U dwau Maryí) en la Calle Parkán nº 104, que es justo la última que sobresale a mano derecha si vamos desde la Plaza hasta el puente de madera. Se le conoce como dos Marías porque se encontraron sendos frescos de la Virgen pertenecientes a distintas épocas. Hablamos de una casa con más de quinientos años conservada de forma excepcional y que proporciona la experiencia de las viejas y auténticas tabernas medievales. Su carta, por supuesto, es también medieval y no apta para quienes estén haciendo dieta. El plato más conocido es el festín bohemio que lleva carne (de conejo, pollo o faisán), patatas, jamón cocido y multitud de cosas más que se comían en la época y que proporcionaban buenas reservas en tiempos de escasez.


La planta de arriba tiene ventanas que dan a  orillas del Moldava. En invierno, llueva o nieve sienta muy bien para escapar del frío y estar preparado para seguir recorriendo la ciudad.


Busca los mejores miradores
 
Český Krumlov maravilla por los pequeños detalles pero enamora a primera vista con sus indiscutibles panorámicas. Ya hemos estado en el mirador del castillo pero hay dos más que me encantan. Uno frente al hotel Ruze, antiguo monasterio y escuela jesuita, con una balconada que se asoma a lo mejor de la ciudad por el que merece la pena pasarse a distintas horas del día.

El otro está más arriba, subiendo por la misma calle del Ruze y saliéndose hasta llegar a un aparcamiento. A mano izquierda hay otro de esos miradores que merecen la pena. Este ofrece una panorámica más lejana pero no es peor, ni mucho menos, que la anterior. Quizás sea cuestión de gustos por lo que lo más aconsejable es ir a ambos y ponerse a disfrutar.


Piérdete por Český Krumlov y no preguntes…

Llegó el momento de romper los mapas de Český Krumlov en pedacitos, dejar en la habitación las pesadas guías en papel y olvidarse de todos los consejos de blogs, foros y amigos resabiados que te han enseñado hasta la última foto de sus vacaciones en la República Checa. Nada es mejor que caminar sin rumbo, sin más objetivo que descubrir lo siguiente, de percatarse de los detalles de una pintura en la pared o una ventana decorada con flores. Retar al Moldava en su fiero retorcimiento, buscar las señales de las crecidas de 2002 que anegaron las puertas de muchas casas de la orilla o dejarse llevar por el arte de Egon Schiele y su inspiración en forma de casita a las afueras de la ciudad.
Si se es aficionado al oro de cebada no hay que esperar a salir con el convencimiento de encontrar la mejor cerveza de la ciudad, tarea para nada sencilla porque las hay para dar y tomar en las muchas tabernas con encanto que subsisten en la hoya de Bohemia del Sur. O en la fábrica Eggenberg que hay junto al río.
No hay mejor consejo que perderse por Český Krumlov, no preguntar e ir sin prisas.

Realmente se haga como se haga, un viaje a Český Krumlov supera todas las expectativas posibles. Pero por mucho que trate de describir las sensaciones que me dejó la ciudad, nunca encontraré las palabras correctas. Nada mejor que descubrir esta ciudad maravillosa por uno mismo para entenderlo.

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