Descubriendo la capital de Austria conociendo Melk, Bratislava, Graz y Hallstatt.
Como punto de partida siempre la capital bávara Múnich, nos dirigimos en coche a Viena, haciendo una parada en Melk,. Posteriormente visitamos Viena dos días y medio, tras la estancia en Viena pasamos un día en la capital Eslovaca, Bratislava. A continuación volvemos a Austria para conocer Graz durante un día y terminar nuestro viaje en el pueblo más antiguo de Europa, Hallstatt, con su enclave de película y sus famosas minas de sal.Melk
Alrededor de tres horas se tarda en llegar a Melk desde München por carretera, dependiendo del tráfico que te puedas encontrar, es una carretera en muy buen estado y bien señalizada, con lo que el llegar a Melk no supone un gran reto, siempre en dirección a Viena los carteles te indicarán el desvio a Melk y su inconfundible Abadía te hará saber que no te has confundido.Melk es una pequeña ciudad con calles empedradas, edificios de los siglos XVI y XVII que te enamoraran y plazas llenas de vida por los restaurantes y gentes que inundan la ciudad bañada por el Danubio.
Te encontrarás con multitud de ciclistas que deciden parar a tomar un refrigerio o hacer una pausa en sus bellas callejuelas.
Para comer en Melk no hay ningún problema ya que los restaurantes se encuentran todos en la plaza principal nada más entrar a la ciudad, la cocina austriaca te dará la energía suficiente para poder visitar la Abadía benedictina.
Nosotros subimos a la Abadía en coche ya que hacía 40 grados y al sol no se podía caminar más de 10 minutos, pero si se tiene tiempo y el calor lo permite, se puede subir tranquilamente desde la ciudad por unas escaleras que te mostrarán la ciudad desde otro punto de Vista.
Al llegar a la Abadía vimos que había que pagar 10€ por entrar, incluso por ver la Iglesia se tenía que pagar, algo que nos indignó de sobremanera, porque se puede entender que por visitar la biblioteca y demás espacios se deba pagar pero por visitar la iglesia nos pareció algo que no era justo.
Aún así se puede entrar a los Patios interiores para poder hacerse una idea de la grandiosidad de la Abadía.
Viena
Una vez salimos de Melk, salimos de nuevo a la Autobahn con destino a Viena, en menos de una hora llegamos a nuestro destino, aparcamos el coche en el Hotel y nos decidimos por comprar la tarjeta de transporte de 72 Horas por 16€ (2015) por persona. El Metro y el resto de transporte público de Viena funciona de maravilla, con lo que el coche no es necesario.*Os aconsejo que reserveis un Hotel con parking y cerca de una estación de Metro o Tranvía.
Viena es una ciudad que se puede visitar en un fin de semana, pero si se quiere visitar sus museos, asistir a un concierto de Ópera o entrar en sus palacios se necesitarán al menos 4 días.
Nosotros estuvimos dos días y medio caminando desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la tarde, parando en los parques de la ciudad para recobrar energía y comer en algún puestecillo salchichas, Kebabs y por supuesto alguna Radler o agua para recuperarnos del calor agotador, te encontrarás dichos puestos por todos lados.
Antes de detallaros nuestra ruta por Viena, os adjunto unas anotaciones acerca del Metro de Viena.
Metro de Viena
Plano de metro de Viena
- Línea U1 (Roja): Recorre Viena de norte a sur, desde la estación Leopoldau hasta llegar a Reumannplatz. Se trata de una línea interesante, ya que que tiene una estación junto a la catedral y sirve para llegar hasta el Prater, también puedes refrescarte en el Danubio bajandote en la isla del Danubio, parada Donauinsel.
- Línea U2 (Violeta): Recorre el centro de la ciudad formando una especie de semicírculo que conecta la estación Stadion con la de Karlsplatz. Se trata de una línea muy útil para llegar hasta el Prater, el Ayuntamiento, el Barrio de los Museos y la Iglesia de San Carlos Borromeo.
- Línea U3 (Naranja): Cruza la ciudad desde el sureste hasta el noroeste, desde la estación de Ottakring hasta la de Simmering, pasando por algunos lugares turísticos como Stephansplatz, el Museo Sisi y los Apartamentos Imperiales.
- Línea U4 (Verde): Recorre las estaciones que van desde Hütteldorf hasta Heiligenstadt, con una importante parada en su trayecto que coincide con el Palacio Schönbrunn.
- Línea U6 (Marrón): Comunica las afueras de Viena prácticamente de norte a sur, desde la estación Siebenhirten hasta Florisdorf. Se trata de una línea que resulta poco útil para los turistas
Primera Tarde:
Como estabamos cansados del viaje, hicimos el check-in en el Hotel y fuimos a visitar el Schloss Schöbrunn (Palacio Schönbrunn), construido en el siglo XVII, el Palacio sirvió durante años como residencia de verano de la familia imperial de Viena. Tanto el interior como sus jardines merecen una visita.
Para llegar al palacio nos bajamos en la parada de la linea 4 que tiene su nombre (Schloss Schönbrunn), tambien te puedes bajar en la siguiente parada (Hietzing) y entrar por la entrada del Tiergarten( Zoo), recorriendo los jardines.
Visitando el centro de Viena:
Nos despertamos con un sol tremendo a las 7 de la mañana, nos duchamos, desayunamos y nos dirigimos al Metro.
Este día queriamos conocer el centro, el Palacio Hofburg, Karlsplatz y ver algún parque de la ciudad.
Con esa idea nos montamos en el metro con destino a Stephans-Platz, donde se encuentra la catedral de la ciudad.
Sacamos las primeras fotos de este increible monumento.
Tras visitar la catedral nos fuimos hacia Karlsplatz ,visitando la estación de Metro y descansando en el parque que se situa enfrente de la imperial iglesia de Carlos (Karlskirche).
Como mi mujer es una amante de la ropa vintage fuimos a parar a varias tiendas que se encuentran en el barrio de los museos, una zona en la que merece la pena dejarse perder por sus calles y maravillarse con las fachadas de los edificios.
Tras los momentos de compras caminamos hacia el Palacio Hofburg, pasando frente al mercado Naschmarkt y junto al museo de historia natural de Viena.
Junto al Palacio Hofburg se encuentro el Museo de Sisi (11€ entrada), los apartamentos imperiales y la escuela de equitación española.
Nosotros no visitamos ninguna de ellas pero si tuviera que visitar una, según la opinión de la gente, sería el Museo de Sisi.
Ya eran las 2 de la tarde y el calor y el cansancio empezaban a aparecer, con lo que decidimos hacer una pausa para comer en un puesto enfrente de la oficina de turismo, Albertinaplatz, 1010 Wien, Austria.
Era tanto el calor que hacía que decidimos por ir al Metro en dirección a la isla del Danubio (parada Metro Donauinsel) y meter nuestros pies en el agua. Cuando llegamos allí, no eramos los únicos con esa idea, nos encontramos a muchos turistas y austriacos recuperandose del calor en las aguas del gran río.
Tras una pausa de una hora con los pies en remojo nos fuimos a caminar por el centro de la ciudad, a ver el reloj El reloj Anker (en alemán Ankeruhr) se encuentra situado en Hoher Markt, la plaza más antigua de la ciudad, siendo una popular atracción turística. Una de sus particularidades es que cada mediodía doce figuras que lleva incorporadas desfilan juntas mientras suena música clásica vienesa
Comimos la famosa tarta Sacher en el Hotel del mismo nombre (junto a la oficina de turismo y la ópera).Algo caro y si eres un amante de esta tarta no te llevarás una gran sorpresa, merece la Pena por ver el Hotel, aunque el sabor y la porción no son algo destacable.
Una vez pagamos la cuenta en el Hotel nos fuimos a visitar el parque de la ciudad (Stadtpark) buscando sombras que sofocasen el calor veraniego de la ciudad. En este parque se encuentran numerosos monumentos a compositores musicales.
Tras un agradable paseo por el parque colorido nos fuimos a descansar al Hotel cenando en un puesto cercano al Hotel, nada especial, Bratwurst.
Visitando la ringstrasse y los puntos más alejados del centro:
El siguiente y último día en Viena se despertaba de nuevo con calor y un sol que iluminaba desde las 6 como si fueran las 12.En este día fuimos a visitar el ayuntamiento (Rathaus), el Parlamento, Hundertwasserhaus, Prater (parque de atracciones) y Palacio Belvedere.
Esta vez nos decantamos por el tranvía como medio de transporte, nos paramos junto a la universidad y comenzamos nuestra ronda de fotografías por la ringstrasse.
Visitamos el ayuntamiento, aunque era el Festival de cine y no se podía tomar una Foto completa de la fachada principal, te podías hacer una idea de la belleza del edificio. Enfrente del ayuntamiento se encuentra el Burgtheater, un bonito edificio tambien que se puede contemplar desde el parque del ayuntamiento.
El calor empezaba a apretar y nos refugiamos durante media Hora en el interior del parlamento, que si se quiere se puede visitar por 5€.
Tras haber bebido un poco de agua y haber recuperado energías, cruzamos al otro lado de la calle enfrente del Parlamento para andar por el Volksgarten y llegar de nuevo a la zona del Palacio de Hofburg, está vez preferimos perdernos por las calles y ver que nos tenía reservado Viena por su casco antiguo. Encontramos varias Iglesias y fuimos a ver el Judenplatz Holocaust Memorial, un monumento que recuerda a las víctimas del Holocausto. Se situa en la misma calle del reloj Anker.
De ahi bajamos a la plaza de Schwedenplatz, comimos un Kebab en un puesto callejero y posteriormente tomamos el tranvía 1 para visitar la Hundertwasserhaus: La construcción, obra del pintor Friedensreich Hundertwasser es una obra más digna de otra ciudad menos clásica, ese punto es el que le gusta al turista, ya que encuentra multitud de formas y colores en un edificio que se encuentra a 10 minutos en tranvía desde el centro.
El edificio se encuentra en la calle Kegelgasse, 34-38 parada Hetzgasse.
Aún sorprendidos por el precioso e innovador edificio nos encaminamos al parque de atracciones Prater, con parada en Praterstern, que se encuentra en la linea 1 y 2 de Metro.
Estuvimos media hora dando una vuelta por el parque de atracciones, es gratuita la entrada, y nos permitió ver otro punto de vista de la ciudad imperial.
Tras ese paseo entre montañas rusas, casas del terror y carruseles nos dirigimos de nuevo al Metro para nuestra última parada: El palacio Belvedere, está divido en dos palacios (alto y bajo). Ambos son de estilo barroco y están separados por unos coquetos jardines. Merece la pena acercarse para disfrutar de los tres museos que alberga: la Galería de arte austríaco (donde podremos ver el famoso "Der Kuss"(El Beso) de Gustav Klimt, entre otras obras ilustres), y los museos de Arte Barroco y Medieval. Un bonito palacio para decir hasta pronto a Viena. Bratislava nos espera.
Bratislava
A una hora de camino en coche desde Viena se encuentra Bratislava. Antes de llegar a Bratislava hicimos una parada en el Castillo de Devín, que se encuentra a menos de 20 minutos de la capital eslovaca. Merece la Pena visitarlo si se tiene tiempo de sobra, se puede observar las ruinas del Castillo controlando el gran río Danubio. En una visita de una hora podrás hacerte una idea de uno de los puntos arqueológicos más importantes de Eslovaquia.Visitando Bratislava
Situada en la ruta que une Viena con Budapest, Bratislava es una ciudad que mucha gente pasa por alto a la hora de visitar Europa Central, pero que merece gastar un día en recorrerla.
Emplazada a orillas del Danubio y dividida en dos por éste, Bratislava es una de las capitales más pequeñas de Europa, con poco más de 500.000 habitantes.
Nosotros siempre aconsejamos dirigiros a la oficina de turismo para tener un mapa para guiaros y que sea más fácil poder situaros en todo momento.
Además de las estatuas callejeras que habitan el centro histórico, que cada cierto tiempo las cambian de sitios, con lo que es difícil comentaros donde se encuentran actualmente, estas son algunas de las visitas más importantes de Bratislava.
- Castillo de Bratislava (Burg
Bratislava): El
castillo es uno de los símbolos más importantes que definen Bratislava.
Está situado estratégicamente en el Danubio y actualmente acoge el Museo
Nacional de Eslovaquia.
- Iglesia de Santa Elisabeth: Olvidada por muchas guías, la
Iglesia Azul es uno de los mejores ejemplos de Art Nouveau Sagrado de Europa.
La iglesia data de principios del siglo XX.
- Antiguo Ayuntamiento (Old Town Hall): Este edificio adoptó su forma
actual en el siglo XV y actualmente alberga el Museo Municipal, el museo
más antiguo de Eslovaquia, fundado en 1868.
- Catedral de San Martín: Si bien su exterior no es tan
llamativo como el de la Iglesia de Santa Elisabeth, los 11 reyes húngaros
coronados en este lugar ya lo hacen digno de ser visitado. Fue construida
en el siglo XV.
- Iglesia y Monasterio de los
Franciscanos: Este
monasterio fue consagrado en 1297. En 1526, el rey Ferdinand I de los
Hasburgo fue coronado en una de sus tres capillas.
- Puerta de San Miguel (St. Michael’s Gate): Es la única superviviente de las 4 puertas con las que contaba la Bratislava Medieval. Acoge la exposición de armas y restos medievales del Museo Municipal.
Graz
A poco más de dos horas de Brasitlava se encuentra la segunda ciudad más grande de Austria, tiene un casco antiguo que en 1999 fue declarado patrimonio de la humanidad y en el 2003 gracias a ser la ciudad de la cultura de Europa sufrió una metamorfosis combinando edificios con historia e innovadoras construcciones. A todo esto le agregamos a que en ella se encuentran 6 universidades que acogen a más de 40.000 estudiantes y suma una pequeña-gran ciudad que bien vale una visita.
Que Visitar:
Tras un viaje de 3 horas llegamos a Graz, nuestro hotel era el Hotel Strasser, un hotel de 3 estrellas que se encuentra en la calle Eggenberger Gürtel 11. No está en el centro de la ciudad, pero caminando puedes llegar al centro de la ciudad en 20 minutos, con lo que no supone un gran problema. Nosotros lo elegimos porque tenía parking y lo recomendamos, la gente del hotel son muy amables, las habitaciones son limpias, un baño muy moderno y un buen desayuno.
Dejamos las maletas en el hotel y caminando por la calle Annenstrasse llegamos al centro de la ciudad, fuimos a la oficina de turismo para hacernos con un mapa para ubicarnos.
Graz es una ciudad pequeña, te puedes situar rápidamente y todas las visitas que merecen la pena están en un radio de menos de 2 kilómetros.
Con lo que nosotros decidimos por perdernos por el centro y buscar un restaurante que nos pareciera atractivo. Junto al ayuntamiento hay múltiples restaurantes que te ofrecen un menú del día por 10€ sin bebida. Nosotros comimos junto a uno de estos restaurantes un Schnitzel muy sabroso.
Tras comer, decidimos ir al hotel para ducharnos y descansar, ya que los 40 grados nos estaban consumiendo las energías.
Tras una siesta corta nos dipusimos a recorrer la ciudad, fuimos a ver la Burg o escalera de doble, esta se puede ver en la sede del Gobierno de Styria, esta sede fue en su día residencia de los Habsburgo en Graz y data la estructura del año 1438. Aunque la escalera es de la época moderna.
La Catedral no
hay que perdérsela es de estilo gótico tardío y se construyó en el año 1438,
aunque a partir de 1786 ha sido catedral, fue el emperador Federico III el que
decidió construirla aquí.
Ahora visitaremos
la Torre del Reloj construida en el año 1712 y el cual no ha dejado en ningún
momento de funcionar, hay que decir que este sitio es uno de los más románticos
de la ciudad de Graz y que la gente suele venir de 2 en 2 para poder soñar o
besarse. Las vistas sobre Graz increíbles.
Desde la Torre
del Reloj iremos a ver la Iglesia de los Franciscanos, uno de los lugares más
emblemáticos de Graz pertenece al monasterio que se construyó en el año 1239,
junto a las antiguas murallas de la ciudad. Estaba situada estratégicamente y
en el siglo XVII se construyó una torre fortificada. Su claustro no se debe de
perdérselo en la visita.
Si paseamos por
la calle de Herrengasse veremos el Gemaltes Haus o Herzogshof, es un edificio
magnifico reformado en el año 1742 realizado por Johann Mayer en el cual en su
fachada principal nos muestran unos frescos inspirados en la mitología
greco-romana, este edificio fue hasta la segunda mitad del siglo XV sede de los
Habsburgo en Graz.
No tenemos que
perdernos el Glockenspiel se encuentra en la Plaza del mismo nombre y es un
carrillón que suena 3 veces al día a las 11, 15 y 18 horas. Se abren ventanas y
salen figuritas entre ellas un gallo que canta al final.
Ahora veremos una
de los lugares neurálgicos de la ciudad como Hauptplatz, aquí se encuentra la
alcaldía de la ciudad de Graz.
De este lugar
podemos decir que las principales calles comerciales parten desde aquí, que
podemos encontrar el monumento al archiduque Johann y que es el mejor sitio
para disfrutar de unas salchichas y una cerveza, los puestos se llaman
("Würstelstände").
Pasaremos a la
plaza de Kaiser-Josef-Markt, en ella encontraremos todo tipo de comida que nos
ofrecen los agricultores de la zona, cabe destacar el colorido del mercado y la
calidad de los productos autóctonos, no hay que perdérselo.
Ahora veremos una
de sus joyas arquitectónicas que es el Kunsthaus Graz, es una obra que se
realizó en el año 2003 por los arquitectos Peter Cook y Colín Fournier, el
motivo fue La ciudad Cultural Europea, y en la actualidad se celebran
exposiciones y es un símbolo de la ciudad.
Visitamos ahora
el Landhaus, es el parlamento de la provincia de Estiria, dicen que se le
parece a algún palacio de Venecia, será porque lo realizo un arquitecto
italiano llamado Doménico Dell’Allio en 1557, cabe destacar a parte de su
fachada principal el patio de estilo renacentista.
Posteriormente
visitaremos la Basílica de Mariatrost de estilo barroco construida en el año
1714, en ella se encuentra una virgen a la cual se le atribuyes muchos milagros
de hecho en el siglo XVII vinieron muchos peregrinos a pedir a la Virgen por su
fama milagrosa.
Como sabemos la
ciudad de Graz está muy relacionada con el imperio y fue Fernando II quien
levanto un Mausoleo y la Iglesia de Santa Catalina con un carácter muy
italiano. Aquí está la tumba más importante de los Habsburgo."
Pero otra de las
grandes atracciones de la ciudad de Graz es el Murinsel, por cierto otro
proyecto de la Capital Cultural Europea, la obra es del año 2003 y es una
estructura metálica que cruza el rio Mur del artista Vito Acconci; en medio de
esta obra podemos encontrar un café y un anfiteatro para espectáculos.
Ahora visitaremos
el Schlossberg, un castillo que se encuentra en el saliente de una colina de la
ciudad de Graz, este pequeño castillo al final se convirtió en fortaleza pero
Napoleón en 1809 lo destruyo por completo y solo quedan la torre de la campana
y la famosa torre del Reloj de la que ya hablamos anteriormente.
Podemos bajar por
el funicular del Schlossbergbahn, hay casi una pendiente del 61 por ciento y
funciona desde el año 1894, pero si no queremos utilizar el funicular podemos
bajar por las increíbles y bellas escaleras en forma de zigzag.
Otra vez en el centro de la ciudad de Graz podremos ver la Stadtpfarrkirche una torre barroca que se eleva por encima del resto de los edificios; pertenece a la iglesia parroquial del municipio de Graz y fue afectada en bombardeos en la segunda guerra mundial.
Y por fin
acabaremos viendo otra vez el Ayuntamiento que es del siglo XIX, con su
magnífica cúpula y torre de reloj. A su alrededor podemos encontrar cafeterías
y lugares de compras para finalizar el día relajadamente.
Gastronomía:
Un plato
tradicional de la zona: Diría, por ejemplo, la sopa de la fruta de la calabaza
con el famoso aceite de calabaza. El aceite de calabaza es algo característico
y muy valorado. Acompaña muchos platos y adereza ensaladas. ¿Es cierto que se
ha convertido en un referente de la gastronomía de Estiria? En las cocinas de
esta región austriaca el aceite de calabaza no puede faltar. Por un lado,
adereza ensaladas, sopas y huevos revueltos y, por otro, se utiliza también
hacer dulces y pasteles.
Hallstatt:
Ya estabamos en nuestro último día, destino Hallstatt, el problema de Hallstast es el aparcamiento y el alojamiento. Y es que, a
pesar de tener sólo 1000 habitantes, lo de encontrar dónde dormir y dónde dejar
el coche puede llegar a ser un problema en una ciudad tan turística Por lo que
nosotros habíamos reservado en el pueblo de enfrente, en Obertraun.
Aprovechamos que
estábamos en Obertraun y que hacía calor para poder tomar el sol y darnos un
chapuzón en el lago. Luego comimos en un restaurante clásico austriaco Gasthof Höllwirt (Nr 29, 4831, Obertraun,
Austria)
Comimos un schnitzel y salmón, muy buena calidad y no muy caro. Bebimos una bebida típica de Austria, Almdudler, muy refrescante. Lo mejor fue el postre, por 4,5€ nos tomamos una tarta de la casa que bañada por una especie de natillas.
Terminamos de comer y nos dirigimos al Hotel, aparcamos el coche y cogimos un Autobus que nos costó 2€ por persona y que te deja en Hallstatt en 5 minutos.
Ya una vez en Hallstatt fuimos a la oficina de turismo que está en la entrada del Pueblo. La historia de
Hallstatt, ya en la provincia de Alta Austria, se remonta a la Edad del Hierro
(7000 años atrás), pues ya en aquel entonces se extraía sal de las minas
anexas, lo que hizo que allí se levantara una ciudad a modo de núcleo
comercial. De hecho, la gente a la que le guste la arqueología tiene mucho que
ver en Hallstatt pues el principal museo de la ciudad, el arqueológico, me
comentó mi amiga Calíope que es muy interesante.
Caminamos a
través de la calle Seestrasse hacia el casco antiguo de la ciudad. Desde allí
comenzábamos a ver las preciosas casas de la ciudad, adornadas con multitud de
flores, a orillas del lago.
Pasamos al lado
del Museo Kulturerbe Hallstatt pero, dado que estaba cerrado continuamos la
ruta hacia la Markplatz. Una fuente de piedra ocupa el centro de la plaza mientras que en uno de sus esquinas se
encuentra la iglesia luterana, año 1861 (momento en el que el Emperador
Francisco José I declaró la tolerancia religiosa).El Pueblo no es muy grande y en una Hora se ha podido ver todo, eso si, es precioso, de cuento. Cogimos el bus de vuelta y pasamos la tarde caminando por los alrededores del Pueblo de Obertraun, que tambien ofrece una excursión a los Five Fingers, un mirador al que se accede por un funicular y desde el cual se puede tener una espectacular Vista. Nosotros no lo hicimos pero lo tenemos apuntado para otra visita.
Para cenar queríamos
tomar algo de pasta para recobrar energías, fue una mala elección, no os
recomiendo el restaurante “italiano” que se encuentra en Obertraun, no están
preparados para servir a más de 3 personas y los camareros son unos
maleducados, tardaron más de dos horas en traer dos pizzas, el nombre del
restaurante es Pizzeria Kegelbahn Simmer.
Al día siguiente
fuimos de nuevo a Hallstatt ya que queríamos visitar sus famosas minas de sal,
un momento muy divertido y que merece la pena pagar, por 22€ cada uno, se pasan
2 horas conociendo la historia de la ciudad y para los más peques es algo muy
lucrativo, ya que tienen varios videos donde explican cómo se formó el lago,
porqué hay agua salada en medio de Europa…Merece la pena también por las vistas desde arriba, el precio incluye el funicular/elevador, para los más valientes también es posible llegar arriba andando.
Tras una semana
por Austria y Eslovaquia, nuestro viaje terminaba pero en nuestras cabezas ya
estamos dándole vueltas a la siguiente aventura...
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