Varsovia, la capital arrasada


Un puente  en la ciudad de Copernico y Chopin
 
Si oyes de hablar de Polonia, muchos te diran que visites Cracovia o algún otro Pueblo con encanto. Pero la capital Polaca merece un reconocimiento y conocer su importante papel en historia te hará valorar de manera especial cada rincón.
Después de pasar por el hotel comenzamos la visita por la ciudad en el Castillo Real, donde se puede visitar diferentes estancias como el Apartamento del Rey, la Biblioteca, los Jardines y el Palacio del Techo de Cobre entre otros. Destacamos también la colección de alfombras orientales.


Como siguiente destino nos vamos hacia la Basílica de San Juan Baptista, la catedral más importante para los Polacos. Antiguamente aquí era donde se coronaban los reyes y donde se casaban los pertenecientes a la realeza. La entrada es gratuita y no debéis perderos para nada esta visita.
 

Después de contemplar esta fascinante basílica nos fuimos hacia el Museo Histórico Nacional. Este museo alberga una de las colecciones más grande que podáis encontrar, casi un millar de obras de arte de todo el mundo, dotando protagonismo a las de Polonia claro. Fotografías, pinturas y dibujos es lo que encontraréis con más abundancia. El precio de la entrada es de unos 5 euros, pero si vais en martes es gratis.
 Para terminar la tarde del primer día, decidimos recorrer la parte de Ciudad Nueva de Varsovia, que en un principio fue una ciudad independiente para pasar años después a formar parte de Varsovia.
En esta zona es donde se encuentra gran parte de los mejores lugares de la ciudad, como la Plaza de la Ciudad Nueva, las 8 iglesias, destacando la de San Jacek y la del Espíritu Santo, también está el muy recomendable museo de Marie Curie.
 
Segundo día:
Dedicamos la mañana del segundo día a visitar el Palacio y Parque Real. Es un enorme recinto histórico formado por diversos palacios de la realeza con varios jardines fue obra del último rey de Polonia.
Describir todo lo que nos encontramos en el recinto del Palacio Real nos ocuparía mucho espacio, pero sí que os aconsejamos que visitéis sin falta los edificios Casa Blanca, todos los jardines y el Palacio y el Teatro de la isla. Nosotros visitamos todas las estructuras porque dedicamos toda la mañana a ello y es algo que recomendamos totalmente, pero si no queréis pasar tanto tiempo allí sabed que estos fueron los lugares que más nos gustaron.
Por la tarde decidimos dar un buen paseo por la calle Krakowskie Przedmieście empezando por la Plaza del Castillo, en esta calle se reúnen un buen puñado de iglesias y monumentos, pasando por la Universidad de Varsovia también y llegando hasta el Palacio Presidencial.
Por la noche, cenamos en la zona del Casco Antiguo, donde si os animáis encontrareis buenos restaurante y con precios bastante económicos.
Tercer día
Teníamos un par de Horas antes de volvernos a Múnich.
Para terminar con este viaje de Varsovia, decidimos ir a pasear por el Distrito Varsoviano de Praga, una de las zonas que menos destrucción sufrió en la Segunda Guerra Mundial, por lo que hay una buena concentración de edificios históricos siendo también el lugar con la mayor riqueza cultural de la ciudad.
 
 

 

Una semana entre Canales, recorriendo Bélgica y Holanda más Colonia

7 Días conduciendo al nivel del mar, incluso por debajo.

Recorriendo Bélgica y Holanda

MÚNICH-KARLSRUHE


Para adelantar algo de camino, salimos el viernes por la tarde hacia Karlsruhe.
Como todos los veranos, los alemanes levantan las carreteras para dejarlas perfectas, pero eso implica momentos de pasar de cuatro carriles a uno sólo, con lo que tardamos un poco más de lo esperado pero aún así llegamos de día a la ciudad, cenamos cerca del Hotel Star Inn y nos fuimos a dormir.


Karlsruhe-Lovaina-Bruselas.


Aproveché a madrugar para dar una vuelta por la ciudad de Karlsruhe, el centro lo marca su Schloss (Castillo) y de ahí se recorre rápidamente esta ciudad universitaria.


Tras la breve visita por el centro de la ciudad desayunamos y nos montamos en el coche de camino a Bélgica, antes de llegar a Bruselas paramos en Lovaina. Lovaina es una ciudad muy famosa por su universidad y bien merece un par de horas para ser visitada, nosotros aprovechamos para comer allí antes de llegar a Bruselas que se encuentra a sólo 20 minutos en coche.El centro de Lovaina no te dejará indiferente y no pararás de hacer fotos de cada fachada.

Bruselas:


Nuestro hotel estaba cerca del parque del cincuentenario, junto a la zona de las entidades europeas. No necesitamos usar el transporte público aunque estábamos cerca de una parada de metro preferimos caminar y perdernos por las ciudades.

La primera tarde en Bruselas visitamos el parque con su gran puerta y nos acercamos también a ver los edificios de las entidades europeas que alberga Bruselas.Nos gustó mucho el recorrido ya que las calles junto al parque albergan edificios muy bonitos y arquitectónicamente admirables.

Tras una caminata de 12 km ya estábamos cansados y fuimos a cenar al hotel, allí comimos unos deliciosos quesos y embutidos que habíamos comprado en un mercado en el centro de Lovaina y junto a un pan de estilo francés cenamos de lujo antes de irnos a dormir.
Al día siguiente nos levantamos dispuestos a recorrer el corazón de Bruselas, el centro histórico y dejarse perder por las callejuelas buscando las famosas paredes pintadas de cómic de la ciudad.

Siempre caminando, comenzamos el recorrido atravesando de nuevo el parque del cincuentenario y llegamos a una de las arterias de la ciudad a través del barrio latino. Visitamos una de las pocas puertas que quedan en pie desde la edad media, luego desde ahí nos dirigimos a la antigua Bolsa y ya simplemente bajando nos encontramos con el tan famoso como diminuto Maneken Pis. Tras la típica foto con el monumento más fotografiado de la ciudad nos fuimos a comer las también famosas patatas fritas, y fuimos a Frittland, donde Mireia se atrevió con el bocadillo de hamburguesas y patatas fritas (se llama Metraillete), yo simplemente me comi las pommes con salsa andaluza que no tiene nada que ver con Andalucía pero reconozco que estaba muy rica.

Tras la potente comida nos fuimos a visitar la famosa plaza central, es preciosa en conjunto y más aún cuando te pones a mirar cada edificio. Pasamos un buen rato fotografiando la plaza y dese ahí nos fuimos a tomar un helado, el tiempo lo requería y la comida potente lo demandaba también. Desde el centro puedes dejarte perder por las callejuelas, nosotros fuimos a ver las galerías, similares, salvando las distancias, a las de Milán.
El mejor punto de partida para conocer Bruselas es su lugar más famoso y céntrico, la Grand Place. Allí podréis ver preciosos edificios de estilo neoclásico como el Ayuntamiento o la Casa del Rey. Tomad la calle que sale a la derecha del bar le Roi dÉspagne, la Rue au Beurre (o Boterstraat, todas las calles están escritas en dos idiomas), donde os encontraréis con la Iglesia de San Nicolás, una bonita construcción de estilo gótico. Continuando recto, se encuentra el precioso edificio neoclásico de la Bolsa.

Volviendo a la Plaza Real, podréis ver justo enfrente la preciosa fachada de la Iglesia St-Jacques-sur-Coudenberg, y casi enfrente de ella, el Museo Magritte y los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica.
Tomad ahora la Rue de la Regence hacia la derecha y caminad hasta llegar a la Plaza Polaert, desde donde se obtienen las mejores vistas panorámicas de la ciudad. (Está cerca, pero si estáis cansados podéis tomar el tranvía 92 o el 94 para llegar hasta allí). Junto a la plaza Polaert veréis el Palacio de Justicia, uno de los edificios más grandes e impresionantes de Bruselas (lamentablemente, solo se puede acceder de lunes a viernes).





Ya de camino al hotel nos dirigimos de nuevo por el parque, volved hasta el Parque de Bruselas, y continuad hacia la derecha hasta la Place Royale, allí, girad hacia la derecha en la primera calle para visitar el Museo de Instrumentos Musicales, un placer para los sentidos. Saliendo del museo y continuando por la misma acera hacia la derecha, llegaréis a la esquina donde se encuentra el imponente Hotel Ravenstein.

Saliendo del parque por el lugar por el que entrasteis, bajad por la Rue des Colonies para llegar hasta la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, uno de los edificios más emblemáticos de Bruselas. Cenamos algo ligero junto al hotel para descansar y preparar el día siguiente.

Bruselas-Brujas


El día se despertaba de nuevo con un precioso sol, hoy iríamos a ver el famoso Atomium y posteriormente conduciríamos hasta la ciudad que recibe más turistas de Bélgica, Brujas era nuestra siguiente parada.

A sólo una hora de Bruselas, Brujas se sitúa al oeste de Bélgica, no es muy grande y un día o varias horas son suficientes para recorrer sus preciosas calles y canales.

Las principales atracciones de la ciudad son:
*Grote Mark: La plaza Markt forma, junto con la plaza Burg, el corazón de Brujas y el punto de partida para cualquier recorrido. Si vienes de la estación (autobús o ferrocarril) puedes llegar al centro con el servicio que ofrece la línea 12 “centrum” de autobuses. Disfruta de esta maravillosa plaza medieval salpicada de preciosos edificios neogóticos característicos de la arquitectura flamenca, con sus alegres colores y sus frontones triangulares.  

* Mercado cubierto Le Halle.
* Palacio provincial.
*Torre del campanario (Belfort). Uno de los símbolos de Brujas y un mirador privilegiado para obtener hermosas vistas y una idea de conjunto de la ciudad (para llegar a lo más alto tendrás que subir 366 escalones).

La plaza está siempre muy animada con gente paseando o tomando algo en verano en alguna de las múltiples terrazas.
– Plaza de Burg , se encuentra anexa a la Plaza Markt  y su belleza te sorprenderá. Aquí tienes varios lugares que visitar, entre los más importantes:
– Ayuntamiento.
– Basílica de la Sagrada Sangre.
– Palacio de justicia.
– Catedral  de San Salvador / Iglesia de Nuestra Señora (2 horas y media).

Tras el paseo, de nuevo en el centro siguiendo la calle Steenstraat (es una de las más importantes y parte de la misma plaza Markt), llegarás en 10 minutos a la Catedral de San Salvador, con su espléndido campanario y con importantes obras de arte en su interior.
Muy cerca, a pie, siguiendo la Mariastraat verás otro de los monumentos más destacados de Brujas, la Iglesia de Nuestra Señora, que guarda en su interior la bella escultura de Miguel Ángel La Virgen y el niño. La zona en la que te encuentras ( Mariastraat y la contigua Katelijnestraat) es una de las más dinámicas de Brujas, y uno de los puntos imprescindibles para las compras. Aprovecha el tiempo del que dispones para hacerlas o para disfrutar paseando por las pintorescas calles medievales.

Ese día comimos los famosos mejllones con patatas y de cena nos tomamos un delicioso gofre. Ambos platos los puedes encontrar por toda la ciudad desde 15 a 25 euros dependiendo de la salsa y los gofres desde 2,5 a 5€ dependiendo del lugar y con que lo recubras.
 
 
 
 


Recorrimos el casco antiguo para bajar ambas comidas hasta la zona sur donde se encuentran dos molinos, un lugar perfecto para hacer una pausa, nosotros ya habíamos andado 20 km a pie y era momento de volver al hotel para dormir.





Brujas-Gante


Si Brujas nos gustó aún nos esperaba la ciudad que más nos sorprendió por su belleza de toda Bélgica, a sólo 50km de Brujas se encuentra Gante.

Nuestro hotel se encontraba a escasos 15 minutos a pie del centro de la ciudad, con lo que, nada más llegar y aparcar el coche, nos dispusimos a visitar la ciudad.

La primera parada empezaba justo delante de la oficina de turismo, en el castillo de los condes: Gravensteen. Esta fortaleza enorme sorprende porque está en medio del centro histórico de la ciudad. Se edificó en 1180 y es una de las visitas más destacadas. Sin embargo, nosotros decidimos no visitar su interior por falta de tiempo y nos dedicamos a seguir la visita por el casco antiguo de la ciudad.



Bajamos caminando por la calle J.Breydelstr para pararnos a disfrutar del Korenlei y el Graslei. Aquí estaban emplazados los puertos comerciales de la ciudad, que empezaron a funcionar en el siglo XI. La arquitectura de los edificios es tan bonita que no es de extrañar que la gente se siente en las orillas del río Lys a contemplar la vida pasar y que sea uno de los puntos de encuentro de los habitantes de Gante.
A escasos metros está el puente de San Miguel, junto a la iglesia consagrada al mismo santo, cuya torre tenía que haber llegado a medir 138 metros, pero no llegó a finalizarse. Al subir y caminar por el puente no pudimos dejar de detenernos a observar una panorámica de los dos antiguos puertos y de la ciudad desde lo alto. El itinerario proseguía por las torres más altas del centro histórico de Gante. A pocos metros de la iglesia de San Miguel, nos encontramos con la iglesia de San Nicolás, donde encontramos otra de las grandes torres de la ciudad. Seguimos la peregrinación hasta el campanario municipal, la segunda torre más alta, y finalizamos en el que fue el highlight del día: la Catedral de San Bavón.

La Catedral de San Bavón guarda un tesoro que debíamos visitar: La adoración del cordero místico. Esta obra de los hermanos Van Eyck de 1432 es una de las piezas más importantes del arte flamenco y siempre ha estado rodeada de mucho misterio. Se trata de un políptico compuesto de 24 paneles y relata la adoración del cordero según el relato del Apocalipsis según San Juan. El cuadro fue substraído varias veces, de hecho, uno de los plafones el de Los jueces justos fue robado en 1934 y todavía no ha sido recuperado. Además, durante la Segunda Guerra Mundial se escondió para que los nazis no lo robaran. El cuadro tiene un halo que hace que te quedes rato mirándolo, intentando captar todos los detalles de esta obra maestra.

1. Plaza Sint-Veerleplein 2. Castillo de los condes 3. Antigua lonja del pescado y oficina de turismo de Gante 4. Applebrugparkje 5. Design museum Gent 6. Korenlei y Graslei 7. Puente de San Miguel 8. Iglesia de San Miguel 9. El Pand 10. Iglesia de San Nicolás 11. Local municipal 12. Casa gremial 13. Campanario municipal 14. Catedral de San Bavón 15. Teatro 16. Sikkel 17. Corte de San Jorge 18. Ayuntamiento 19. Iglesia de Santiago 20. Plaza de Vrijdagmarkt 21. Margarita la Loca 22. Patershol 23. Casa de Alijn 24. Lonja de la carne.

 


 
Este día anduvimos 18km, y tras esta buena caminata decidimos tomar una pizza,  sorprendentemente rica en Eat Love Pizza, algo que nos sirvió para recargar nuestras fuerzas y poder llegar al hotel para ducharnos y descansar. Era nuestro último día en Bélgica, Holanda nos esperaba.
 

Gante-Leiden

Bélgica nos despedía con un poco de lluvia, pero con una temperatura de 20 grados que invitaba al optimismo de cara a nuestro nuevo destino.
La primera parada en Holanda iba a ser Gouda, somos amantes del queso y como tales no podíamos dejar la oportunidad de ver esta ciudad. Tengo que decir que no esperábamos mucho pero nos sorprendió gratamente este pequeño pueblo, en una hora o dos puedes recorrer sus calles y palpar el encanto de sus habitantes. Por supuesto todo gira alrededor de este lácteo, sus formas redondeadas recorren cada centímetro de sus calles, pero sus canales y sus molinos también hacen que está parada merezca la pena.
Tras esta bonita parada nos dirigimos a nuestro destino final del día, Leiden. Junto a la Haya se encuentra está antigua ciudad que esconde múltiples secretos y que no te dejará indiferente. Una vez aparcamos el coche e hicimos el check in en el hotel, nos dispusimos a andar alrededor de sus canales. Siempre recorriendo el casco antiguo nos topamos con multitud de tiendas vintage, las casas decoradas con flores y las preciosas fachadas de sus viejos edificios de madera te harán transportarte a las épocas pasadas. Leiden se puede ver fácilmente en un par de horas, se puede comer muy bien en los restaurantes que están en el centro de la ciudad. Rembrandt es el personaje más famoso de esta ciudad, en la cual nació a comienzos del siglo 17.


Leiden fue la primera parada en Holanda para dormir, a sólo una hora en coche nos esperaba el gran objetivo del viaje en Holanda, Ámsterdam. Llegamos pronto a Zaandam, el lugar que elegimos para dormir y usar como base para llegar a Ámsterdam, ya que con el coche es muy complicado poder aparcar en Ámsterdam.
 

 

Leiden-Ámsterdam

 
Zaandam se encuentra a unos 20 minutos en Tren del centro de Ámsterdam, y hay 3 trenes cada hora así que recomiendo esta opción para todos aquellos que no quieran pagar 30 euros al día como mínimo para aparcar el coche, si es que pueden encontrar sitio.
 
 
 
 Este día amaneció muy lluvioso y frío, algo típico de este país aunque sea Agosto, aun así esto no apagó nuestras ganas de visitar la ciudad más famosa de Holanda. Nos pusimos los impermeables y fuimos a dar un primer recorrido por sus abarrotadas callejuelas.
Ámsterdam para mí no es una ciudad corriente, no puedes decir no debes perderte este edificio o esta iglesia, su encanto reside en su ambiente y sus gentes. Cuanto más te alejes del centro más podrás percibir esto, ya que la multitud de turistas sólo buscan la foto en la casa de Anna Frank, caminar por el pecado barrio rojo, entrar en el museo Van Gogh o en el mercado de las flores. Todos esos destinos son de obligada visita, pero si de verdad quieres vivir lo que a la gente engancha para quedarse a vivir y acoge a tantos extranjeros déjate perder por fuera de su anillo central.
  
Por supuesto visita sus iglesias y sus museos, pero no dejes de perderte entre sus canales, nosotros lo hicimos durante el día y medio que estuvimos allí y merece la pena, el recorrido que hicimos fue desde el museo van Gogh hacia el suroeste. Nos llevó a una zona bohemia donde los habitantes de la ciudad hacen su vida cotidiana y realizan sus compras en los mercados callejeros.
Por las tardes nos dio tiempo a visitar Zaandam, en una hora puedes ver todo lo que merece pena, es un lugar muy silencioso donde tras el tumulto de Ámsterdam, puedes encontrar una calma que puedes necesitar. Su famoso y colorido hotel es el epicentro de la ciudad, junto al bonito ayuntamiento al fondo.
 

Ámsterdam-Colonia

La vuelta a Múnich se acercaba, teniamos 1000km para llegar a nuestra casa, pero aun así teniamos previsto visitar Uttrecht para posteriormente recorrer y dormir en Colonia para hacerlo más ameno. 
Uttrecht se encuentra a escasas 2 Horas de Ámsterdam, y bien merece una visita o al menos una parada en el camino. Nosotros aparcamos en un parking junto a la entrada del casco antiguo y rápidamente vimos la belleza que acoge en sus calles esta pequeña ciudad. Tiene la peculiaridad de que la torre del reloj está separada de la catedral, debido a que hubo un tornado las separó.
Tras la visita obligada a la Dom, puedes pasear tranquilamente por sus adoquinadas calles y empaparte del encanto holandés.
Después de esta parada, Alemania nos esperaba de vuelta, está vez nuestra parada iba a ser Colonia. Mundialmente conocida por su preciosa catedral, bien merece un fin de semana para poder disfrutar cada centímetro de esta urbe. El ambiente juvenil-universitario de esta ciudad hace que cada metro que recorras te invada de un espíritu alegre y para contraste está su gran río –El Rin, el cual te da la calma y el sosiego. Que tras 9 días recorriendo Bélgica y Holanda nos merecíamos también algo de paz.


Nuestro viaje ponía punto y final, pero no podía ser de la mejor manera y con mejores vistas.
Hasta la vista vecinos.
 
 
 
 
 

 

Una escapada por la capital Toscana.


2 Días en la ciudad del Renacimiento Italiano

 

Visitar Italia significa un viaje por la historia, esta vez nuestro destino ha sido Florencia.

No sé si puede ser la ciudad más bonita que hemos visitado nunca, pero ocupa un lugar muy alto en el Ránking de ciudades que nos han enamorado y que seguro volveremos a visitar.
Nuestro viaje comenzaba en Múnich a las 19:00, con un vuelo con Air Dolomiti de una hora de duración.
Para llegar al centro de la ciudad existen varias alternativas, taxi, coche de alquiler, bus,etc…Nosotros nos decidimos por el bus, ya que es una ciudad que está muy cerca del aeropuerto.

Cómo llegar a Florencia desde el aeropuerto
El autobús "Volainbus" realiza el trayecto entre el Aeropuerto de Florencia y la Piazza Stazione (Estación de Tren Santa María Novella) cada 30 minutos desde las 5:30 hasta las 23:00 horas. El autobús no realiza paradas a lo largo del trayecto y tarda aproximadamente unos 25 minutos. Los tickets pueden ser adquiridos tanto a bordo del autobús como en el aeropuerto y en la estación de tren. El precio es de 6€ por trayecto, 10€ al comprar la ida y la vuelta, si quieres comprar el billete de ida y vuelta lo debes hacer con antelación dentro del aeropuerto. Cogimos el autobús a las 20:30 y a las 20:50 estabamos ya en la estación de Tren. Nuestro hotel se encontraba a escasos 5-10 minutos andando desde la estación.

Hotel
El hotel en el que nos hospedamos era el  “Hotel Alba Palace” que está situado en Via della Scala 22, Santa María Novella, 50123 Florencia, un buen hotel con un servicio muy atento, un desayuno muy completo, con bollería, tartas y platos cocinados por un excelente cocinero. La calidad de los productos y el servicio hacen que recomendemos este Hotel si se quiere tener un lugar cercano al centro y no se quiere gastar mucho dinero.

Restaurante
A las 21:00 ya habíamos hecho el Check-In, dejamos las maletas en la habitación y nos fuimos a cenar a una Trattoria que habíamos visto en nuestro camino desde la estación al hotel, cenamos en “La Grotta di Leo”, que se encuentra en la misma calle que el Hotel, Via della Scala 43-red, 50123. Nos atrajo que sólo había gente de la ciudad, un servicio muy bueno y atento nos relajó tras el viaje y una rica y crujiente pizza al horno nos acabó de conquistar el estómago. Con poco apetito más nos decidimos por probar la Panna Cotta casera, sólo debemos deciros que nos gustó tanto que la siguiente noche repetimos lugar. Algo que está muy bien de este Restaurante es que los precios incluyen las tasas, que en muchos restaurantes del centro histórico no es así y al final la sorpresa al pagar puede hacerte tener una mala digestión.

Para bajar la comida nos fuimos a pasear por el centro y así poder hacernos una idea general de lo que visitaríamos en profundidad al día siguiente. Caminamos unos 10 minutos desde la Via della Scala, que se encuentra junto a la plaza de Santa María Novella, donde está la majestuosa iglesia del mismo nombre. Desde la plaza caminamos por la via Cerretani y nos encontramos de cara con el precioso Duomo, donde las palabras sobran cuando una imagen te describe el resto.

Junto al Duomo se encuentra el Battisterio con el mismo estilo arquitectónico de la catedra. Tras dar una vuelta alrededor del Duomo paseamos por las calles del centro para ver el ambiente de un viernes por la noche en Florencia, pudimos ver mucha gente joven de múltiples nacionalidades y un ambiente tranquilo y seguro que te permitían disfrutar de cada callejón de la ciudad y dejarte llevar por la historia que emanaba de cada rincón de la capital Toscana.
Tras el paseo nos fuimos a descansar para coger fuerzas para el día siguiente.

El plan del sábado sería el siguiente:
  • Cúpula del Duomo
  • Campanario de Giotto
  • Baptisterio
  • Plaza de Michel Angelo
  • Puente Vecchio
  • Galería Uffizi
  • Plaza de la República
  • Mercato Novo

Primer Día.

Nos levantamos a las 7.30 para poder estar pronto en la catedral y visitar sin problemas la cúpula de Brunelleschi, desayunamos muy bien y a las 8:30 estábamos en las puertas del campanario de Giotto donde compramos la entrada conjunta para visitar la cúpula, el campanario, el Baptisterio, la Santa Renovata (más adelante hablaré de esta iglesia) y el museo. El precio (2016) era de 15€ por persona.Decidimos ir el sábado, ya que el domingo cierra y no es posible su visita.

Comenzamos por la cúpula, aprovechamos que no había casi gente y pudimos admirar la maravillosa obra de Brunelleschi para nosotros solos.  Pudimos admirar cada detalle de esta obra, de la que nos impresionó el realismo. Desde lo alto de la cúpula tienes unas excelentes vistas panorámicas de Florencia. Las vistas panorámicas de Florencia que tienes desde dicho mirador son realmente fascinantes, y te dan perspectivas diferentes de las panorámicas de la ciudad toscana desde el popular mirador de Piazzale MichelAngelo.
Pero, sobre todo, podrás ver de cerca los frescos que decoran la bóveda interior de esta obra maestra de la arquitectura del Renacimiento, y ascender por las “entrañas” de la propia cúpula.
463 escalones te esperan, pero el esfuerzo físico merece la pena. Los horarios para subir a la cúpula del Duomo de Florencia son, de lunes a viernes, de 8,30 hasta las 18,20 horas, y los sábados, desde las 8,30 hasta las 17 horas. Los domingos el acceso a la cúpula está cerrado.

Aún exhaustos por los escalones de la cúpula nos encaminamos a otra subida, está vez algo más corta pero aun así exigente, subimos a la torre del campanario de Giotto para poder observar la cúpula del Duomo desde enfrente, las vistas siguen siendo impresionantes y se pueden observar diferentes puntos de vista de la ciudad.

Tras las dos subidas visitamos el Baptisterio de Lorenzo Ghiberti  con las preciosas puertas del paraíso en su exterior y en su interior su precioso mosaico. Este mosaico se representa en tres secciones sobre el altar: el Juicio Final con un gigante y majestuoso Cristo y los Ángeles del juicio a cada lado (realizado por Coppo di Marcovaldo), las recompensas de los salvados dejando sus tumbas (del lado derecho de Cristo), y los castigos de los condenados (del lado izquierdo de Cristo). Esta última parte es particularmente famosa: los hombres malvados son quemados en la hoguera, quemados por las llamas, aplastados con piedras, mordidos por serpientes, masticados por horribles bestias. Las otras escenas en el techo representan diferentes historias en niveles horizontales del mosaico: (comenzando por el nivel superior) Coro de Ángeles, Tronos, Dominaciones, y Potencias; historias del libro del Génesis, historias de Joseph, historias de María y Cristo, y finalmente en el nivel más bajo: historias de San Juan Bautista. Como curiosidad, la mayor parte de la familia de Médici fue bautizada aquí.

 Nos quedamos con la boca abierta de nuevo admirando los pequeños detalles de los que se compone la cúpula del Baptisterio y nos dispusimos a entrar a la catedral. Como muchos os habrán dicho, el interior de la catedral no es de las más bonitas, ni mucho menos si las comparamos con otras de la Toscana o de Italia, pero el romanticismo que se encuentra en ella nos lleva a la siguiente parada en nuestra ruta. Visitamos la iglesia Santa Reparata, esta iglesia se encuentra debajo de la catedral, si, has leído bien. Bajo la catedral se encontraba la iglesia Santa Reparata, se pueden visitar los restos de esta iglesia que permiten conocer los orígenes de la misma y permiten entender el porqué de la catedral que se sitúa encima de ella.

Está visita fue una sorpresa y nos entretuvo mucho los videos explicativos que pudimos ver durante el recorrido de la misma. La entrada a este recinto está incluida en el ticket global si visitas la cúpula, el campanario, el Museo de la Ópera del Duomo y el baptisterio. No pudimos visitar el Museo de la Ópera del Duomo ya que estaba lleno de gente y lo dejamos para más tarde pero tras un largo día se nos olvidó visitarlo, no era nuestro objetivo visitarlo tampoco. Así que no podemos opinar acerca de este museo.

Tras pasar unas 3 horas y media alrededor de la catedral nos dispusimos a descansar un poco antes del siguiente destino, que no era otro que el mirador de Miguel Ángel. Saliendo de la plaza del Duomo, nuestros pasos nos llevaron a descansar en la Biblioteca delle oblato, situada en la Via dell'Oriuolo, 24, a unos 5 minutos caminando desde la catedral.
Esta recóndita Bibilioteca es la elegida por múltiples estudiantes para preparar sus trabajos, repasar lecciones o simplemente para leer en calma dentro de la ciudad. Desde su cafetería, donde los cafés cuestan 1 € se puede observar la cúpula de la catedral, con lo que es un lugar idílico, low cost y que te permite estar en contacto con los jóvenes de la ciudad.
Una vez algo recuperados, caminamos la Via dell'Oriuolo hasta su cruce con la Via Giuseppe Verdi, bajamos dicha calle para encontrarnos con la Iglesia de la Santa Croce, donde se encuentran enterrados Galileo Galilei, Maquiavelo, Lorenzo Ghiberti o Miguel Ángel. Nosotros no la visitamos, la dejamos para una próxima visita.
Bajando la calle Guiseppe Verdi, bajamos hasta las orillas del río, el cual cruzamos por el puente, que se situa enfrente del Puente Vechio, así que pudimos fotografiar este bello y famoso puente desde otra perspectiva.

Desde ese puente se tarda unos 20 minutos caminando hasta la plaza de Miguel Ángel, desde donde se puede observar el perfil de la ciudad y desde donde las fotografías son obligatorias. Las señales para llegar al mirador no tienen perdida. Os recomendamos subir andando ya que puedes observar con detenimiento el barrio que se encuentra a la otra orilla del río y que acoge el famoso mirador. Aprovechamos ese momento para comer un bocadillo y poder descansar teniendo unas fantásticas vistas.
 
Una hora en el mirador nos dio para coger fuerzas, beber agua, hacer múltiples fotos y admirar de nuevo la belleza de la ciudad. Bajamos por otro camino distinto a la ida, esta vez por un parque que se encuentra debajo del mirador. Enfilamos la orilla del río y nos dispusimos a recorrer el puente más famoso de la ciudad, como era de prever estaba lleno de gente, un histórico puente que tiene un encanto especial y que debe ser fotografiado y recorrido.

Junto al puente se encuentra la Galería de los Uffizi, la cual alberga numerosas obras reconocidas mundialmente, como son el nacimiento de  Venus y la Primavera de Botticelli, el retrato de los duques de Urbino de Piero della Francesca, la Virgen del Jilguero de Rafael, La Venus de Urbino de Tiziano y otras muchas obras de autores españoles, franceses, holandeses y flamencos, aparte de múltiples retratos y esculturas. La entrada cuesta 8€ y te permite recorrer los pasillos de esta majestuosa galería en la que cada detalle debe ser admirado.

Tras empaparnos de arte nos dispusimos a visitar la Plaza de la Signoria que se encuentra a escasos metros de la galería, en esta plaza encontramos un museo al aire libre, a cada paso te encontraras con una escultura que te hará alzar la vista para admirar cada detalle de las mismas. Hércules, Perseo y Medusa, Neptuno y Patroclo y Menelao te observaran desde la altura en esta magnífica plaza que también acoge el Palazzo Vecchio, nosotros no pudimos visitarlo ya que había bastante gente y se nos hizo tarde, una buena excusa para volver a esta ciudad.

Y hablando de volver, la leyenda cuenta que quien toca el hocico del Porcellino vuelve a Florencia, el Porcellino se encuentra en el Mercato Novo, junto a la Plaza de la Signoria. Tras haber tocado el hocico y asegurarnos nuestra vuelta a Florencia, recorrimos el Mercado, que como toda Florencia, ofrece todo tipo de productos de Piel, desde cazadoras, hasta carteras y cuadernos forrados de Piel. El olor a Piel inunda la ciudad y le da un encanto especial.
Habíamos hecho nuestros deberes y ahora teníamos dos horas para poder disfrutar de las compras en la ciudad, visitamos un par de tiendas Vintage que se encontraban en la Via de Fossi y en Lungarno Corsini. La moda italiana es mundialmente conocida y no queríamos dejar pasar la ocasión de entrar en estas tiendas, también pudimos ver otras tiendas de modistas florentinos que sólo puedes encontrar en esta ciudad.

El día empezaba a pasar facturas en nuestros pies y nuestros estómagos pedían una cena rica en hidratos, lo que significaba que íbamos a cenar una rica pasta, y como he comentado anteriormente, repetimos Restaurante, ya que el servicio y la calidad eran excelentes. Esta vez pedimos un mix de quesos de la región y tomamos los Spaguettis a la Puttanesca y Tortellini a la Boscaiola, para terminar de nuevo con una Pana Cota, esta vez tomamos una cada uno, una con chocolate y otra con frutos del bosque. El precio total con dos cervezas fue de 33€.

Como buen ritual, caminamos de nuevo hasta la Catedral para bajar la cena y observar por última vez de noche esta bella pieza arquitectónica y nos dirigimos al hotel para recobrar energías para el día siguiente.

Segundo Día.

Para este día el objetivo claro era observar el David de Miguel Ángel en la galería de la Academia.
Como el anterior día, nos levantamos a las 7:30, desayunamos un buen desayuno y a las 8:40 estabamos en la entrada, ya que más tarde empieza a llenarse de turistas. El precio de la entrada es de 12,5€, ya que había una exposición temporal. Un precio que puede parecer excesivo ya que no es muy grande y si lo comparas con la galería Uffizi te puede saber a poco. Pero el poder admirar la obrar de Miguel Ángel y ver también los videos que explican el minucioso trabajo que realizaban para tallar cada obra te harán saborear cada milímetro de la Galería.

Al ir temprano tuvimos la suerte de tener al David para nosotros, algo que 1 hora más tarde es imposible de pensar, pudimos fotografiarlo y admirar cada porción de sus perfectas proporciones. Pudimos conocer que el mármol utilizado venía de una pieza del Duomo y que en su origen debía estar situado en la Plaza de la Signoria pero fue rechazado por el pueblo y devuelto a la Academia. Aparte del David, pudimos caminar por el taller donde los videos explicaban los detalles de cómo trabajaban en la época para hacer los moldes y construir las obras finales.

Tras unas dos horas en la Academia, caminamos hasta el Mercado de San Lorenzo, que coge su nombre debido a que está situado junto a la Basílica de San Lorenzo, una enorme iglesia que también puede ser visitada, al igual que la capilla Medici, .El mercado de San Lorenzo como el Mercado Nuevo, tiene puestos de piel a cada lado de la calle, en el centro del este Mercado se encuentra un Mercado tradicional, donde se pueden comprar alimentos como frutas, quesos, fiambres e incluso te los pueden cocinar allí mismo y degustar un delicioso Panini recién hecho.

Como aún teníamos 4 horas, decidimos cruzar el río, esta parte del río es menos conocida, pero es algo que no debes perderte si tienes tiempo. Atravesamos el Ponte Vecchio y llegamos al Palazzo Pitti, no lo visitamos por dentro, lo dejamos para nuestra próxima visita. A unos 5 minutos del Palacio se encuentra un par de iglesias que deben ser visitadas, la Basílica del Santo Spirito y la iglesia de Santa María del Carmine. Nos dejamos perder por las calles y encontramos un mercado entre estas dos iglesias donde compramos quesos a muy buen precio, parmesano y pecorino fueron nuestras elecciones. 

Comimos un bocadillo y descansamos junto al río para enfocar ya las últimas dos horas en la ciudad, cruzamos por uno de los múltiples puentes y nos encontramos con la iglesia de Ognissanti (De Todos los Santos), que tiene frescos de Botticelli y donde se encuentra enterrado él mismo bajo su propia petición, ya que era allí donde estaban los restos del amor de su vida, Simoneta Vespucci, que murió joven y que de una manera muy importante tiene una gran presencia en muchas obras de Botticelli, dicen que la Venus y varios cuadros más se asemejan mucho a Simoneta. Así que esta historia romántica hace que muchos escriban cartas de amor y las depositen junto al sepulcro donde se encuentran los dos en el interior de esta iglesia.

Salimos de esta romántica iglesia y nos dirigimos a visitar la Iglesia Santa Maria Novella, que al estar junto al hotel y a la estación de tren, la dejamos para el final y poder deleitarnos de la única obra en madera de Brunelleschi, su famoso crucifijo se encuentra en esta iglesia de la ciudad que le vio nacer en el siglo XIV.

 
Un buen punto final (o seguido) para este precioso viaje, lleno de cultura, romanticismo y sobre todo historia viva del arte.